Dios tiene para nosotros un plan maravilloso y un propósito de bendición y de vida.
Cuando Dios promete algo lo cumple. Abraham fue un hombre que recibió una promesa increíble de Dios: Siendo ya anciano y teniendo una mujer estéril, Dios le prometió que le daría una descendencia numerosa. Abraham tuvo fe y Dios cumplió su promesa.
De igual manera el Señor nos promete un destino eterno a su lado, una habitación en su casa para siempre. ¿Cómo podemos estar seguros de eso?, pues no solo Dios lo promete sino que lo jura. La biblia dice que: "Para que por dos cosas (promesa y juramento) inmutables (que no cambian), en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos (estar adheridos) de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma y que penetra hasta dentro del velo" Hebreos 6:18-19
Dios no solo prometió, sino que juró por sí mismo que nos bendeciría con abundancia y nos multiplicaría grandemente. Dios nos juró que nos daría vida eterna a través de la fe en Jesús. Dios no incumple sus promesas ni mucho menos sus juramentos; así que podemos estar seguros en la esperanza que tenemos en Él.