En la Biblia se nos enseña la historia de la familia de Abraham.
Las familias están en el corazón de Dios y El anhela bendecirlas a todas.
Lastimosamente el enemigo ha sembrado los celos, la duda, la infidelidad, la rebeldía, la inseguridad, el orgullo para destruirlas.
Pero la Biblia en Hebreos 11:20-22 nos muestra que la fe puede traer bendiciones. Bendiciones que pasen de generación en generación.
Abtraham, Isaac, Jacob y Jose fueron hombres de fe y por esa fe pudieron llevar bendiciones poderosas a sus familias.
El hombre debe ser sacerdote del hogar que vele por la santidad y el temor de Dios. La esposa debe ser una ayuda idónea que edifique con sus palabras el hogar y los hijos una fuente de orgullo y amor.
Oremos por las familias para que todos reciban la promesa de bendición que Dios dio a Abraham y que se cumplió en Cristo.
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