Si hemos decidido creer en Dios podemos convertirnos en puerta abierta o en puerta cerrada para los demás.
Nos convertimos en puerta cerrada cuando predicamos y no aplicamos, pero nos convertimos en una puerta abierta cuando amamos de verdad y de hecho; nos convertimos en una puerta abierta que lleva directamente al cielo.
La Biblia dice que: "Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad." 1 Juan 3:17-18
Los versículos hablan por sí mismos. SEAMOS PUERTA ABIERTA Y AMEMOS DE VERDAD.
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