viernes, 11 de octubre de 2013

LIBRES DE MIEDO

El miedo es algo común en el género humano pero no era la voluntad de Dios.

El miedo es consecuencia directa del pecado. Dios, en su misericordia, deseaba que el hombre estuviera cerca de Él y no sintiera temor; sin embargo, cuando el mal entró en su vida, el miedo apareció.

Hay miedo a la soledad, a la oscuridad, a la muerte, a ciertos géneros de fobias, etcétera.

Sin embargo, Dios nos ha dado un antídoto maravilloso para este poderoso veneno: "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor." 1 Juan 4:18

El amor de Dios produce confianza en nuestros corazones y esa confianza expulsa el temor. Si aprendemos a reconocer el amor de DIOS por nosotros sentiremos confianza y el temor tendrá que salir huyendo de nuestros corazones.

Imagina un niño que tiene miedo a la oscuridad y no puede dormir pero luego su Padre lo acompaña hasta que se duerme plácidamente. Eso hace Dios con nosotros, su compañía nos llena de paz y confianza.

Si aún tienes miedo en tu corazón, acude a Dios y aprende a reconocer su amor por ti por medio de la Palabra y de las obras que ha hecho en tu vida; recuerda que envió a Jesús por ti. ÉL TE CUIDA, NO TEMAS.

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