sábado, 15 de agosto de 2015

LA SANGRE DE CRISTO

En el Antiguo Testamento todas las cosas en el templo se purificaban a través de la sangre de corderos; pero esto era solo un símbolo de lo que Jesús haría.

Jesucristo se convirtió en un manantial de agua viva que limpia nuestro corazón de todo pecado y de toda maldad y que revierte nuestra separación de Dios y nos une con él en santidad y en amor.

Jesucristo fue el cordero del nuevo pacto, un cordero sin mancha ni pecado que fue entregado por todos nosotros para que con su muerte nosotros nos convirtiéramos en herederos de las promesas del Reino de Dios.

Jesucristo es el camino de salvación que Dios se había provisto desde la eternidad para encontrar al hombre. Es por eso que su carne maltratada y su sangre derramada son nuestra salvación eterna.

La Biblia dice que: "así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y así aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan." Hebreos 9:28

Todo el que invoque el nombre del Señor será salvo; todos los que en el Señor esperen serán salvos.

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