martes, 28 de julio de 2015

Herederos de la gracia

Una herencia es algo que recibimos cuando muere alguien cercano que nos quiere dejar parte de sus pertenencias.

Con Dios también encontramos un principio similar. Cuando Jesús murió en la cruz, nosotros nos hicimos herederos de su promesa y de sus bendiciones.

Si creemos en Jesús somos herederos legítimos de su gracia; es decir, nos pertenece la felicidad, el gozo, la paz, la tranquilidad, la confianza.

¿Por qué estaremos en angustia si somos herederos de las riquezas del Señor? Vivamos como quién ha recibido una gran bendición, aún cuando nuestras situaciones nos digan lo contrario.

Somos legítimamente herederos. La plenitud nos pertenece, la paz nos pertenece, la libertad nos pertenece. Pues estos dones fueron impartidos cuando Cristo murió en la cruz por nuestros pecados.

La Biblia dice: "Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga la muerte del testador." Hebreos 9:16

La muerte de Cristo nos hizo herederos de su gracia. Vivamos como ricos en Dios que somos.

miércoles, 15 de julio de 2015

UN NUEVO PACTO: LA GRACIA

¿Qué significa ser cristiano?, ¿Por qué creemos en lo que creemos?, ¿Por qué no creemos en otras religiones de las tantas que existen?

Pues yo les daré mi opinión: Porque ser cristiano implica creer en alguien que resucitó y que quiere ser mi amigo. Saben yo creo en ese Jesús y yo he visto que es real.

La religiosidad no puede acercar al hombre a Dios. Los cultos, las ceremonias y los símbolos pueden hacernos sentir espirituales pero en realidad podemos no estar cerca de Dios. Conozco a muchos cristianos que viven de rituales y no de la presencia de Dios.

La gracia de Dios constituye el nuevo pacto de Dios con el hombre y su deseo más grande: Que Él viva en nuestro corazón.

Acerca de la gracia prometida, el autor de hebreos recuerda las palabras de Jeremías: "Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo." Hebreos 8:10

Deja que Dios escriba su palabra en tu corazón. Déjalo vivir en ti. Esa es la gracia.